Puedes ser la persona correcta, pero no la que yo busco.


Quizá seas tú
la persona indicada
esa qué me reconstruya
y me obligue a caminar
con los ojos abiertos
y los pies en la tierra.

Pero yo no busco eso
yo buscó,
alguien que se coloque
a lado mío
que se tire al suelo
cuando yo caiga,
rendida.

Qué no me consuele,
qué me deje llorar
hasta agotar todas
y cada una
de mis lágrimas.

Qué no me reproché
mis culpas
que se siente a mi lado,
y cuando me sienta pérdida
dentro de mi misma,
tome un espejo
y lo coloque frente a mí
para que así
al ver mi reflejó,
yo misma,
pueda reconocerme.



Alguien especial
que no
me brinde una mano

cuando estoy en problemas

que reúna
mis dos manos
y me diga
-"tú puedes",
con una simple mirada.

Alguien que
me deje caer
cuántas veces
sea necesario,
alguien que sea feliz
porque elige
estar conmigo
y no porqué
su felicidad
dependa de mi.

Alguien
que ame mi sonrisa
y aguarde tranquilo
hasta que yo decida
ponerme de pie,
sacudirme los escombros,
construir desde cero

y con mis propias manos

los cimientos
de mi nuevo hogar
desde luego
al  finalizar la tormenta
otra de esas
que me paralizan
de vez en cuando.

No busco
medias naranjas,
busco naranjas enteras,
alguien que
comprenda que
no necesita partirse
en dos 
para buscar una mitad
que no le hace falta.

Yo solo quiero
un compañero de vuelo
un ave fénix
que al igual que yo
sepa renacer
de sus propias cenizas.

-Anaiz Yadira Hernández

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El abismo de tus ojos

Una historia sin final.

Él